
09 Jul ¡Cuidado! Algún día los gatos dominarán el mundo
Algún día los gatos dominarán el mundo, baby. De momento, ya dominan internet. La red está llena de vídeos de gatos graciosos, gatos durmiendo, gatos saltando, gatos comiendo pizza, gatos robando comida, gatos gamberros con otros gatos, gatos locos, gatos peleando con animales hasta seis veces más grandes, gatos sobre aspiradores robot, gatos dentro de cajas, gatos peleando con zapatillas… Y podríamos seguir hablando de todas las cosas de las que son capaces de hacer estos animales.
Los gatos son los reyes de la gimnasia. Mientras tú eres incapaz de alcanzar las puntas de tus dedos de las manos con las puntas de tus pies los gatos son ágiles, rápidos y asombrosamente flexibles. Solo hay que ver cómo estiran la pata hacia arriba cuando se lavan.
Los gatos tienen 233 huesos, frente a los 206 que tenemos los humanos. No tienen clavículas que restan velocidad y sus articulaciones pueden moverse en casi cualquier dirección. Poseen 500 músculos que permiten un gran movimiento a sus huesos. Además, disponen de un músculo que les otorga mucha elasticidad.
Pueden escalar paredes verticales y dar grandes saltos. Sus patas traseras les permiten impulsarse y correr a gran velocidad y además si se caen, su cuerpo les permite darse la vuelta y caer de pie. Gatos 1-0 humanos.
Sus ojos son muy grandes, en comparación con el resto de su cuerpo y ven mejor que nosotros por la noche pero no así durante el día. Son capaces de distinguir colores aunque no como nosotros. La pupila de los gatos es como la de los reptiles para poder abrir y cerrarla rápidamente en función de la luz que necesite.
Los gatos cuentan con una serie de células detrás de la retina llamadas ‘tapetum lucidum’. Gracias a estas células, el gato puede seguir animales en la oscuridad y es el motivo por el que brillan sus ojos durante la noche. Seguro que alguna vez te has dado un susto al ir por tu casa y ver dos ‘cosas’ brillando por el pasillo… Gatos 2-0 humanos.
Hay que reconocer que de cerca no ven bien pero para eso tienen sus bigotes.
Orejas móviles
Sus orejas tienen una capacidad de giro de 180 grados. El humano capaz de mover las orejas, recibe un aplauso y es admirado. Su oído interno es diferente al nuestro y pueden detectar 11 octavas, dos más que nosotros. Gatos 3-0 humanos.
Seguro que has llamado mil veces a tu gato y ni te ha mirado, solo ha movido las orejas. Te oye perfectamente pero simplemente te está ignorando.
Súper olfato
Los gatos pueden distinguir entre miles de olores y su sentido del olfato es hasta cien veces mejor que el nuestro. Su nariz está rodeada por cientos de receptores olfativos que recogen la información y la llevan al cerebro. Además, tienen un segundo órgano olfativo en el paladar, que les permite detectar los olores que están en el aire.
Ahora entenderán por qué cuando están tumbados en una esquina de la casa y abres el paquete de pavo vienen corriendo como locos… No es un sexto sentido, es un segundo olfato. Gatos 4-0 humanos.
Los gatos son animales perfectos. Ágiles, elegantes, elásticos, suaves, con el poder pacificador del ronroneo y la capacidad de que hagas lo que ellos quieren con una mirada. Son capaces de hacer que no te muevas durante toda la noche y te pueden arrinconar en una esquina de la casa. Con solo un maullido logran que dejemos de hacer lo que sea para salir corriendo a su encuentro. Nos tienen dominados…
Si quieres que un gato te domine hoy te recomiendo a Equipo Bastet. Se trata de una protectora animal y de medio ambiente que se dedica al rescate, recuperación y entrega en adopción de animales en situación de abandono y maltrato.
La Gatera
Posted at 13:54h, 09 julio¿Conclusión? Los gatos son increíbles, ni más, ni menos. ¡Ronroneos!
(Por cierto, somos Con Gatos)
Marta (@mherraiz3312)
Posted at 17:07h, 09 julioCuanta razón en todo 🙂
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Mi Miga
Posted at 09:31h, 11 agostoSí, son perfectos – y aún así nos quieren, a pesar de nuestros fallos y limitaciones humanas. A ver si aprendemos de ellos…
Por cierto, ya Mark Twain, hablaba en su libro «Un yanqui en la corte de Rey Arturo» (1889) de instaurar una ‘gatocracia’ y que ellos traerían la paz universal para toda la eternidad. Mi-a-u-au-ou-ou-ou-fff-au!
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